Es un proceso voluntario que busca resolver de manera colaborativa el conflicto generado a partir de un delito que no tuvo consecuencias graves, como una alternativa al juicio penal. Se trata de una innovación que entró en vigencia junto con la creación del nuevo Servicio de Reinserción Social Juvenil.
Es una forma alternativa de resolución de los conflictos que con un enfoque de justicia restaurativa permite lograr una importante satisfacción en las víctimas y tiene un impacto positivo en los procesos de reinserción de las y los adolescentes y jóvenes.
Se entiende por mediación la realización de un proceso restaurativo y especializado, en virtud del cual la víctima y el imputado acuerdan determinar conjuntamente la reparación real o simbólica del daño ocasionado con la comisión del delito, asistidos por un mediador.
Aspectos clave sobre la mediación juvenil
¿Quiénes pueden participar en una mediación?
La mediación es un proceso restaurativo y especializado en el que la víctima y la persona imputada buscan voluntariamente una reparación real o simbólica del daño causado, con la participación de un mediador/a imparcial.
¿Quién puede solicitar la mediación?
El tribunal o el fiscal pueden derivar un caso a mediación, ya que no todas las causas pueden ser resueltas de este modo. Deben cumplirse ciertas condiciones legales, por ejemplo, no pueden ser delitos graves.
¿Es obligatorio aceptar la mediación?
Tanto la víctima como la persona imputada pueden aceptar libre y voluntariamente participar en una mediación. Además, cualquiera de las partes tiene el derecho a retractarse en cualquier momento de seguir participando, y entonces el proceso sigue su curso judicial.
¿Cuánto dura la mediación?
Un proceso de mediación puede durar un máximo de 90 días, prorrogables por el mismo período a solicitud del mediador o mediadora.
¿Quiénes pueden ser mediadoras o mediadores en estas causas?
Las y los mediadores que participan son personas acreditadas por el Consejo de Acreditación y Estándares del Servicio Nacional de Reinserción Juvenil.
¿Se debe pagar por una mediación?
El programa de mediación juvenil es gratuito para ambas partes.
Se podrán derivar a mediación aquellas causas en que sea procedente la suspensión condicional del procedimiento, el acuerdo reparatorio o el principio de oportunidad, siempre y cuando la víctima y el imputado consientan libre y voluntariamente en someter el conflicto a dicha instancia.
La mediación penal se enmarca dentro del principio de especialidad del Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil y supone como eje la especialización del mediador o mediadora, quien deberá cumplir con determinadas exigencias legales y estándares de acreditación que se encuentren vigentes e inscritos en el registro de mediadores penales juveniles del Servicio Nacional de Reinserción social Juvenil.
Lo anterior habilitará al mediador o mediadora para ejecutar el Programa de Mediación Penal Juvenil y el componente de mediación del Programa en Beneficio a la Comunidad y Reparación del Daño.
Etapas del Programa de Mediación Penal Juvenil
El proceso se inicia cuando el tribunal o el fiscal determinan la derivación de un determinado caso a mediación.
A partir de este momento se convoca a ambas partes para entregar información sobre las características del proceso.
Se aplica la estrategia de intervención más adecuada para responder a las necesidades de la víctima.
Si las partes logran ponerse de acuerdo en la forma de solucionar el conflicto, firman un documento que tiene validez legal.
Se convoca a la víctima a participar en el proceso y se le informan las características de la mediación.
Se determina si existe la voluntariedad de ambas partes para participar, mediante un consentimiento informado.
Se realiza el cierre formal del caso. Se pueden dar dos resultados: sin acuerdo (continúa la tramitación procesal regular sin considerar los antecedentes de la mediación) y con acuerdo (el Ministerio Público deberá señalar el término más apropiado del caso).